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When I dream of you, my dream is so fearless.
Maryna Skomorohova
Con el paso de las semanas, el sobre con la carta empezó a merodear por la casa. Estuvo en el estudio, también en mi mesa de noche, junto al teléfono, y el último lugar en el que recuerdo que estuvo fue en la puerta del refrigerador junto con las cuentas y los imanes con forma de frutas. Pronto, llevar el sobre conmigo a cada rincón posible se tornó en un sinsentido; descubrí que todas las emociones que estaba experimentando tenían que completa relación con la expectativa, y nada con su todavía desconocido contenido -algo importante tratándose de una carta.
Al visitarme, uno de mis amigos insistió en que abriera el sobre y leyera el mensaje de una buena vez; su argumento era el nivel de tensión que observaba en mí durante esa temporada -que no duró poco. Decidí, entonces y a solas, ignorar mis propias presunciones y pasar de la duda a la certeza.
Quiero escribir esta carta para decirte algunas cosas que llevo en mi corazón, que necesito expresar y que merecen ser leídas. Ha pasado un año desde nuestro último encuentro y...
De pronto fui interrumpido.
- Hola, ¿qué lees? Ah, esa carta.
Permanecí en silencio, ella salió de la habitación, y continué leyendo.
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