Donde pueda verte

por Gonzalo andRés

Alcanzar significación dentro de la vida de una persona es tema de grandes dimensiones. Entre tanto por pensar, lo último que esperaba era hallarme situado allí, arriba de las grandes dimensiones. Menos aún era concebible conocerlo en un episodio tan profundo. Gracias a mi dispersa atención, no fue hasta anoche que noté el impacto que en tu persona he ejercido; mala hora aquella en que mis acciones te han afectado negativamente.

Los gritos, la vuelta, y el evento mismo fueron desagradables; y, por ofensivo que parezca, debo ofrecer un par de cosas. Para empezar, una disculpa por esa ubicación grosera en mi lista de prioridades, y por siempre dar por sentado que entiendes lo que hago. También dejo sinceras 'gracias', porque ese encuentro fue como una bofetada, de esas que luego llevan a poner las cosas en orden.

El escenario cotidiano no fue sino una confirmación de la dialéctica desproporcionada que llevamos (sigo hablando en presente). Pero lo mejor fue mi reacción -no has dicho nada al respecto todavía-, una respuesta pasiva aunque llena de significado. El día que sepa por qué huías, sabrás por qué me mantuve ahí, observándote nada más.

No detendré tu rumbo, eso dalo por hecho. Pese a aquello, pediré algo pequeño: mientras sigas, caminando o corriendo, déjate ver. Anda por donde pueda verte, para que no olvide mi cuestionable posición, para no olvidar. Permíteme tenerte presente, para admirar semejante entrega, tú estás sobre mí y sobre las grandes dimensiones. Anda por donde pueda verte, de tal modo que puedas sentir que te miro, quieto. Déjate ver en tu salida, porque talvez el mirar a lo lejos tu sombra haga despertar en mí un grito, a lo mejor no lo escuches.

Anda por donde pueda verte, para recordarnos, recordar tu reclamo, recordar mis ridículas palabras, recordar lo que hoy escribo, recordar lo que te pido, recordar el egoísmo que inundó esos momentos; y, recordar mi inquietud sobre lo que pudiste haber aprendido de ti durante ellos.